Después de casi 8 años, Sting por 7ma ocasión como solista se presentó en estas tierras mexicanas y qué mejor escenario que el auditorio nacional donde nos deleitó por casi 2 horas con un repertorio balanceado entre su carrera como solista y su pasado como vocalista principal y compositor de aquella legendaria banda que fue The Police. Ya a sus 73 años y bien conocido por su estilo de vida saludable, el músico inglés originario de Wallsend Inglaterra, en un estilo sobrio y sencillo en el escenario pero de un elevado nivel de perfección musical a lado de Dominic Miller su guitarrista de hace décadas y un baterista no menos magistral y que le acompaña más recientemente de nombre Chris Maas, nos transportaron a finales de los 70`s abriendo la noche con un clásico como Message in a Bottle, canción idónea para que el público mexicano a coro de “sending out an S.O.S.” le diera una cálida bienvenida a tan distinguido artista. Clásicos ya conocidos fueron de cierta manera reinventados por su mismo autor, metiendo variaciones en la voz, la duración y los ritmos como fue en el caso de English man in New York o So Lonely entre otros clásicos. El ex bajista de The Police, ya no con la misma energía de antes pero manteniendo su distinguida habilidad al tocar su notoriamente desgastado bajo de 4 cuerdas, nos sorprendió con canciones no tan comunes en sus giras anteriores tales como Fortress  around your heart y un pequeño fragmento de Still my beating heart, sencillos de sus dos primeros álbumes como solista. Para muchos el cenit de la noche se lo llevó Shape of my heart donde uno de los riffs de guitarra más bellos que se han compuesto en la música dejó lucir a Dominic Miller su genial estilo que sin duda cumple la exigencia bien conocida de Sting. Fue una velada llena de matices suaves, armónicos y conmovedores en los que el músico inglés animó a la audiencia aplaudiendo, hablando español y contando el origen de algunas de sus piezas denotando su gran afición a la literatura y su alto nivel como letrista. Ya en el ocaso del concierto, nos recordó lo frágiles que somos los humanos ejecutando solo a voz y guitarra ese melancólico clásico llamado Fragile y se despidió con su banda agradecido del público mexicano. No sabemos cuánto tiempo de carrera musical le quede a Sting son cerca de 50 años y sin duda los que gustamos de la música bien hecha y que cada día escasea más en estos tiempos, agradecemos infinitamente su visita a México.